El ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, anunció, en una entrevista a Europa Press, que el Gobierno avanzará en la liberalización de las telecomunicaciones promoviendo, entre otras iniciativas, medidas que propicien la consolidación y la concentración empresarial de los operadores alternativos a Telefónica en telefonía fija, entre los que se encuentran Retevisión, Uni2 o Jazztel, con el objetivo de incrementar la competencia.
Piqué consideró que la situación actual del mercado español de telecomunicaciones “no es satisfactoria”, porque si bien desde el punto de vista de la producción de servicios y de bajada de tarifas los resultados “han sido buenos”, el operador dominante sigue manteniendo una cuota en el mercado de telefonía fija de entre el 85 y el 90 por ciento.
Por ello, adelantó que su departamento trabajará en mantener un incremento en la provisión de servicios, ampliando los segmentos de mercado que pueda aportar la telefonía fija y, al mismo tiempo, en consolidar otros operadores alternativos a Telefónica, porque el más importante, Retevisión, apenas llega al 4 por ciento de cuota de mercado.
“Hay que hacer también una reflexión sobre el número de operadores alternativos a Telefónica que existen en estos momentos, en el sentido de poder avanzar hacia concentraciones empresariales. No se trata tanto de que haya un gran número de operadores, sino de que haya competencia entre los mismos”, afirmó.
Indicó que, paralelamente, el Gobierno está procediendo a una revisión del sistema de precios máximos de Telefónica (‘price cap’), que sirven de referencia a todo el sector, con el doble objetivo de establecer márgenes suficientes que permitan desarrollar el mercado en competencia sin que esto incida negativamente en la evolución del IPC.
“Es un equilibrio muy sutil, pero es el que vamos a intentar”, avanzó. “Debemos ser muy conscientes del impacto de cualquier revisión tarifaria en Telefónica sobre la evolución del IPC. Hay que hacer un trabajo muy a fondo en el seno de la Comisión Delegada –agregó–, en perfecta coordinación con el Ministerio de Economía, para intentar lograr este equilibrio”.
Piqué recordó que el sistema de precios máximos ha tenido buenos resultados en términos de rebajas “muy sustanciales” de las tarifas, tanto en llamadas internacionales como en interprovinciales o provinciales, aunque no en locales, si bien indicó que éstas se han mantenido en unos baremos “muy razonables”, porque partían de un nivel muy bajo.
La última revisión de tarifas supuso una reducción del 15 por ciento de los precios de la telefonía fija en su conjunto entre 2001 y 2003, a cambio de permitir a Telefónica incrementar la cuota de abono hasta los 12,6 euros en 2003.
Calificó de “lógica” la queja formulada por los competidores del operador dominante sobre su facilidad para recuperar clientes rápidamente gracias a su capacidad tecnológica y financiera, y señaló que “cuando se trata de crear nuevas demandas o nuevos servicios no hay que imponer ninguna limitación a nadie, pero si se trata simplemente de repartirse la cuota recuperando clientes a través de procesos de descreme del mercado, aquí si es posible poner limitaciones.
Esta es la vía en la que estamos trabajando”, señaló. De esta forma, el titular de Ciencia y Tecnología aludía al aumento hasta cuatro meses de la moratoria a Telefónica para realizar prácticas comerciales sobre los clientes preseleccionados por un operador competidor.
Josep Piqué reveló que ha comenzado las conversaciones con el sector para estudiar la posibilidad de introducir mayor flexibilidad en el cumplimiento de los compromisos adquiridos con las licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS).
En este sentido, refirió que quedan compromisos por cumplir en el ámbito de la implantación comercial y de los avales, “que están lastrando enormemente la capacidad financiera de las empresas”, y afirmó que no tiene “ningún interés en seguir castigando financieramente a unas compañías que han hecho lo que tenían que hacer, pero que no acertaron en sus previsiones. De lo que se trata –afirmó– es de que no perdamos la oportunidad de ser pioneros en el desarrollo de la UMTS cuando sea posible”.
Piqué eludió concretar un calendario concreto de entrada en vigor de la telefonía UMTS. “Está claro que la tecnología ya existe y se puede desarrollar, pero las empresas han sido incapaces de trasladar esto a la demanda, a que los propios consumidores cambien sus hábitos y se adapten a las nuevas tecnologías que ya existen. Esto es difícil de prever en términos temporales, pero el sentido común me dice que se producirá, porque la telefonía móvil de tercera generación es algo irreversible, aunque nos hayamos equivocado en las previsiones temporales”, indicó.
El sucesor de Anna Birulés explicó que el nivel de liberalización del sector es ya “muy amplio”, y avanzó que la futura Ley General de Telecomunicaciones se centrará en simplificar algunas cuestiones, y como ejemplo citó la unificación de los títulos de habilitantes de determinados operadores.
“De lo que se trata es que esta liberalización, que se produce en términos jurídicos, tenga también su plasmación práctica como auténtica competencia en la llamada convergencia tecnológica”, dijo el ministro, y aclaró que no se trata tanto de que exista competencia dentro de cada uno de los segmentos, sino que exista competencia entre los diferentes segmentos.
“No sólo hay que ver qué grado de competencia hay en telefonía fija o móvil, sino cuáles son las condiciones de competencia entre las diferentes alternativas tecnológicas, porque al final, el proceso de convergencia tecnológica va a llevar a que se pueda producir un cruce entre receptores, ‘carriers’ y operadores. Este proceso es el que debemos contemplar como el horizonte lógico de cual será la evolución del sector de las telecomunicaciones”, concluyó.
Fuente: Europa Press
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